Tips y alimentos saludables, "Qué hago si mi hijo no quiere comer”

La falta de apetito en los niños

Primero que todo, ¿qué es el apetito? Es el impulso instintivo de satisfacer necesidades o deseos alimenticios. Por lo general, los pequeños en edades tempranas tienden a ser quisquillosos e inapetentes en cuanto a la comida, por consecuencia, esta falta de “ganas de comer” no ayuda a promover una correcta alimentación en niños. 

Las pocas ganas de comer en los niños tienen varias causas, entre éstas podemos encontrar algunas que se asocian a factores como los siguientes:

Factores psicomotores:

En ocasiones la falta de apetito se asocia a la velocidad de crecimiento o su propio desarrollo psicomotor. Un claro ejemplo de esto, es que no todos los niños aprenden a caminar a la misma edad.

Factores de personalidad:

En la etapa de crecimiento, los niños son más exploradores, por lo que prefieren conocer más de la vida y eso los lleva a “olvidarse de comer”. También hay pequeños que son “picky eater” y que son selectivos al momento de consumir sus alimentos, con base en sus gustos y preferencias. 

Lo anterior puede depender de la forma cómo se inició la alimentación complementaria, si fue restrictiva, si no se introdujo correctamente las texturas, etc.

Factores de salud:

En algunos casos, la inapetencia puede responder a enfermedades orgánicas agudas o crónicas. Se debe consultar al pediatra, sobre todo si se empieza a observar una pérdida de peso que no corresponde a la curva de crecimiento del niño. 

Factores psicológicos:

Se pueden presentar situaciones que incomoden a los niños y que los hagan renuentes al proceso de alimentación, como por ejemplo: Falta de apetito tras el destete, nacimiento de nuevos hermanos, la entrada a la guardería, una mala experiencia en el momento de la comida (regaño, castigo, etc), entre otras.

Lo esencial es ir identificando la causa de la inapetencia, y abordarla con base en los siguientes consejos de alimentación para niños. Esto no solo permitirá sanear la rutina diaria en cuanto a las comidas, sino que también es un primer paso para comer saludable. 

Planea horarios para comer

Tener un cronograma diario de comidas, ayuda a normalizar el metabolismo y les impide comer golosinas, dulces o demás cosas que los llenen.

No temas ser creativa

La creatividad, los colores y la variedad pueden ser tus mejores herramientas para combatir la falta de apetito en tus hijos. Aborda el problema con estos tips:

• Platos divertidos: Puedes estimular a tu hijo dándole forma a las comidas. Crea platos con diseños divertidos, corta las verduras en anillos y las carnes en tiras, haz formas de casas, vehículos, personajes, etc.
• Usa los colores: Estos estimulan los sentidos, utilizar ingredientes y preparar platos con colores llamativos pueden despertar el interés del niño por la comida. Cada plato debe tener 5 colores: rojos, verdes, naranjas, amarillo, blancos, cafés, morados, etc.
• Varía en tus preparaciones: Apóyate en todos los grupos alimenticios para constituir un recetario saludable que aporte variedad, nutrición y rompe con la rutina.

Maneja las porciones

Como madre, puedes ir enseñándole de a poco a tu hijo a conocer las porciones adecuadas y el momento más indicado para comer golosinas, sobre todo respetando los espacios del cronograma de alimentación que previamente definiste, esto permite que los niños conserven su apetito para los momentos claves del día y sus comidas principales.

Involucra a tu hijo

Arma equipo con tu hijo y asígnale tareas seguras para su edad, la preparación propia de sus alimentos y el involucramiento en el proceso, pueden desarrollar un apetito derivado de la satisfacción personal de cumplir con la tarea.

También, puedes valerte de tu pequeño como asistente de compras, pídele que te ayude a elegir qué frutas y vegetales quiere consumir, no compres nada que no quieres que tu hijo coma sin prohibírselo, es decir, enmarca su posible elección dentro de las categorías saludables y que tienen un aporte nutricional.

No sobornes con el postre

Retener el postre puede dar un mensaje equivocado ya que tu hijo creerá que es el mejor de todos los alimentos presentes. Esto podría motivar erróneamente a incrementar el gusto de tu pequeño por los dulces.

El ejemplo es de suma importancia, aprende a seguir tú misma los anteriores consejos, come alimentos variados y saludables, y respeta la rutina de comida. Todo en pro de la correcta nutrición de tu familia.