¿Cómo controlar la ira en niños: Algunos consejos útiles

Obtén consejos acerca de cómo manejar la ira y las conductas agresivas en niños

Durante las etapas de desarrollo infantil, se experimentan diferentes gamas de emociones en los niños, incluyendo la ira. Por ello, es importante enseñarle a reconocerla y manejarla para evitar los problemas relacionados con su descontrol. Para esto, es esencial aprender cómo controlar la ira. En este proceso, los niños deben contar con el apoyo y ayuda de un adulto a la hora de manejar situaciones y evitar conflictos en el futuro.

Qué comportamientos son normales a su edad

En la primera infancia, antes de los dos años, los niños pueden presentar conductas agresivas cuando están enojados como: empujar, golpear, morder o gritar. Entre los dos y siete años aprenden a identificar sus emociones básicas. Comienzan así a manejarlas por medio del lenguaje. Es normal que a esta edad no sepan cómo controlar la ira. No obstante, es fundamental enseñarles mediante el vínculo afectivo a ponerse en el lugar del otro para que logren entender lo que significa empatía en niños. Debes saber que los niños con problemas del lenguaje o dificultades para el control de impulsos suelen recurrir a medidas de agresión física para manejar su ira.

¿Qué pasa si la ira no se maneja adecuadamente?

El no saber cómo controlar la ira dará como resultado un manejo inadecuado, que eventualmente puede conducir a:

múltiples peleas a nivel familiar, 

problemas escolares, 

dificultades a nivel relacional con los amigos, 

problemas de concentración y atención en el colegio, 

inadecuado control de los impulsos, 

aislamiento social del niño. 

La forma para aprender a controlar la ira que le enseñes a tu hijo será la manera cómo resuelva los conflictos en la adultez. 

Es por esto por lo que es importante entender en qué escala del desarrollo infantil de la primera infancia se encuentra el niño y si su reacción es proporcional al estímulo ambiental. 

Te puede interesar: ¿Berrinches en los niños? Aprende cómo manejarlos correctamente 

Consejos para controlar la ira en los niños

Existen múltiples técnicas sobre cómo controlar la ira de tus hijos. Debes ajustarlas según la edad del niño y su grado de comprensión. Así pues, es importante saber también qué es el respeto y valores para los niños a la hora de aplicar estas técnicas. Si tu hijo tiene de 2 a 5 años, te recomendamos usar estas técnicas.

Contar hasta 10:
Hacerlo en un momento de ira sirve para estar conscientes de la emoción y evitar ser impulsivos. Calma el enfado y ayuda a procesarlo. 

Tiempo fuera:
Sí a pesar de contar hasta 10 continúa la ira, es mejor tomarse un tiempo fuera de la situación o de la persona que la genera. Esto significa salirse del espacio por cinco o 10 minutos. Trata de que el niño logre estar más tranquilo antes de hablar de lo sucedido. 

Ayudarlos a desarrollar la empatía:
Busca que el niño reflexione sobre cómo se siente la otra persona. Se realiza con estas frases, por ejemplo: ¿Cómo crees que se sintió Pedro cuando le gritaste?, ¿cómo te sentirías tú si Ana te quitara el juguete? 

 ¿Cuándo acudir a un profesional de la salud?

En algunas ocasiones, la ira en los niños deja de ser normal y puede traer consecuencias significativas. En este punto es importante que sepas identificar las señales de alarma para acudir a la psicología infantil. Las principales recomendaciones para hacerlo son cuando se dan las siguientes circunstancias.

Los estallidos de ira ocurren más allá de la edad esperada según su desarrollo. 

La conducta es peligrosa para sí mismo o los demás. 

Hay problemas graves en la escuela. 

Su ira interfiere con el desarrollo social y es excluido. 

Es desafiante de forma constante en casa y esto genera problemas. 

Refiere estar molesto por no saber cómo controlar la ira. 

Este proceso de aprender cómo controlar la ira suele ser un aprendizaje a nivel familiar. Hay que ser constantes para poder ayudar a los hijos y criarlos con capacidades de manejo emocional a largo plazo. Además, conoce el Alimento Lácteo KLIM® de 3 a 5 años que tiene nutrientes que apoyan el desarrollo cognitivo y su proceso de autonomía en esta etapa.